Una de las grandes curiosidades que se genera en
los seres humanos es el descubrir lo desconocido y nuestros hijos no son la
excepción. Desde su nacimiento están conociendo el mundo que les rodea, inician
un proceso de relacionarse con los demás, empezando con sus padres, hermanos,
familiares y más adelante con sus amigos, compañeros y docentes.
La sexualidad es también un mundo maravilloso que
poco a poco va haciendo parte del conocimiento de los niños y las niñas,
iniciando con el reconocimiento del propio cuerpo, luego del de los demás, siendo
niños o niñas, descubriendo que hombres y mujeres somos físicamente diferentes.
En la medida que nuestros hijos crecen, se interesan por relacionarse con sus
pares indistintamente si son del mismo género o no.
En la etapa escolar los niños y las
niñas perciben que el sexo está rodeado de secretos, cosas que aún no entienden
y que expresan sólo en susurros a sus "mejores amigos”. Por el desconocimiento que aún tiene sobre la anatomía del sexo opuesto,
así como también la actitud sincera y despreocupada que presenta ante el
placer, comienzan a darse los clásicos juegos donde fantasean siendo “novios” de la niña que les parece más linda o del chico
más guapo o extrovertido del grupo, así como juegos de mamá, papá o el
doctor. Es importante que en esta etapa los padres se sientan tranquilos antes
los primeros pasos de sus hijos en la relaciones amorosas que nada tienen de
peligrosas o prematuras, sino por el contrario, son una prueba para las
situaciones que van a producirse en la pubertad y adolescencia. Es importante que se acerquen
a sus hijos y dialoguen con ellos sobre sus dudas e inquietudes, siempre será
mucho mejor que esas dudas las expresen y les sean aclaradas en casa y no fuera
de ella. En esta medida se afianzará la manera de ver el mundo y de
relacionarse con él.
En este proceso no están sólo con
los padres, pues existen otras personas
como los cuidadores, docentes, amigos o pares y también entran en juego
los medios de comunicación. Todos sabemos que nuestros hijos nacieron en una
época fuertemente digital y virtual, y es a través de la televisión y más aún
de la Internet,
donde tienen la posibilidad de acceder a un mundo atractivo, fantástico y
llamativo. En ocasiones pasan largas horas navegando y sin buscarlo ingresan a
páginas no recomendadas para ellos, ya sea por coincidencia, por recomendación
de sus pares o por haber escuchado a adultos y/o hermanos mayores.
Es necesario aclarar que la Internet es una
herramienta y como todo, debe tener una supervisión y orientación de adultos
responsables. Pero igualmente, se sabe que muchos padres no cuentan con el
tiempo para estar en el acompañamiento constante de sus hijos al acceder a
dicho recurso de información. En este orden de ideas uno de los compromisos como padres es elegir
los programas de televisión, películas, videos y hasta las paginas web, cuyo
contenido sea acorde a la edad de nuestros hijos. Es así como una buena opción
es tener un programa de protección infantil en cada computador donde tengan
acceso nuestros hijos, así habrá mayor seguridad para evitar que tanto imágenes
como información inadecuada llegue a ellos. El siguiente es un enlace que nos
puede ayudar a hacer el control de la navegación por Internet de una manera más
segura para nuestros hijos: control parental: navegación en internet para
niños
En medio de dicho panorama es
necesario mantener una adecuada
comunicación manteniendo la calma y la tranquilidad frente a inquietudes
de contenido sexual, recordarles que cada persona cuenta con un espacio
personal y como tal es necesario respetarlo y hacer respetar el propio. Así van
aprendiendo a cuidar de su propio cuerpo. Se debe tener en cuenta que es mejor
iniciar, desde casa, los temas sobre sexualidad en los primeros años de su
niñez, aunque nunca es demasiado tarde para empezar. Brindarles información
adecuada a su edad los ayudará a sentir que tienen más control sobre su cuerpo
y a tomar decisiones responsables consigo mismos y con quienes le rodean, facilitándoles información precisa para tomar decisiones con
responsabilidad. Un aspecto clave es ganar su respeto, si se logra,
probablemente acudan a nosotros y a otros adultos que les inspiren confianza
cuando necesiten informarse y no precisamente a sus pares o medios de
comunicación.
Enseñar a nuestros hijos sobre sexualidad es un
proceso constante, ellos necesitan mucha información. Necesitan saber todo,
desde anatomía, pubertad, hasta cómo mantener relaciones saludables;
sin embargo, es importante tener claro que no todos los niños aprenden al mismo
ritmo.
Es importante resaltar que, como
padres, somos sus orientadores y se hace necesario aprovechar todos los
espacios posibles para clarificar ideas, juegos, conceptos, entre otros, utilizando
los mejores aliados: la información, la confianza, el respeto y el amor que les
hemos profesado.
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