viernes, 28 de abril de 2017

COMUNICACIÓN FAMILIAR Y USO DE LA TECNOLOGÍA


Los avances tecnológicos son un gran aporte para la comunicación acercándonos especialmente con los que están lejos, el peligro es convertirse en adicto y alejar a los que tenemos cerca. Es así como se observa cada vez más reuniones de amigos y de familiares donde cada uno está inmerso en sus celulares, lo cual genera una gran contradicción: reunidos pero aislados.

El uso excesivo de la tecnología ha generado el aislamiento entre padres e hijos, postergando recurrentemente espacios de compartir, acompañar, conversar, etc.  Incrementando la vulnerabilidad en los niños, niñas y adolescentes, quienes requieren de la socialización en aras de aprender acerca del manejo adecuado de las diferentes situaciones que la vida les depara.

Lo ideal es que sean los padres de familia como figuras primarias de contacto, quienes les socialicen los valores, las creencias familiares y de su comunidad, les orienten sobre la manera de superar los obstáculos propios de su edad, entre otros. No obstante, continuamente son más consultados los amigos cibernéticos, que muchas veces no sabemos si son pares o adultos aprovechando la coyuntura, igualmente la gran gama de páginas web que ofrece la internet con información de todo tipo y sin filtro o sin contextualización. Así pues se posponen las conversaciones necesarias e importantes entre padres e hijos, generando mayor soledad en niños, niñas y jóvenes, progresivamente a más temprana edad.

La soledad es vivenciada por muchas personas en algún momento de su vida, sin embargo es la etapa adolescente la que se encuentra más vulnerable con relación a experimentar sentimientos de soledad, es un período donde se fortalece el sentido de pertenencia y que se están viendo afectados muchos adolescentes, puesto que en aras de lograrlo buscan sustituir dicho sentimiento en las redes sociales, en videojuegos y en pasatiempos virtuales con retos que los incitan a atentar contra su integridad física, de otros e incluso de la propia vida.

Debemos tener en cuenta la diferencia entre estar solo y sentirse solo, porque si bien es cierto, es necesario que los hijos aprendan a estar solos, pero con la certeza de que pueden contar con su familia, con sus padres a fin de dialogar, ser escuchados sin las interrupciones del celular, el pc, la tableta  y recibir apoyo cuando lo requieran.

¿Qué podemos hacer?

Es preciso establecer normas o acuerdos en el uso de la tecnología, respecto a horarios y/o  intervalos, podríamos darle el estatus de lugar especial a algunas áreas en la casa como por ejemplo en la mesa; en el colegio durante la jornada escolar; en nuestros lugares de trabajo mientras almorzamos con nuestros compañeros o hablamos con alguno de ellos. También organizar reuniones donde se prescinda del uso de celulares.

Con la familia se sugiere tener momentos para departir dentro o fuera de la casa, donde no esté presente el celular o la tableta, incluso al conducir es más enriquecedor si aprovechamos el tiempo y conversar con nuestros acompañantes hijos, cónyuge, familiares o amigos que responder el celular o escuchar la radio.

Fortalezcamos las habilidades sociales desde pequeños frecuentando ambientes al aire libre donde pueda relacionarse directamente con los amigos, hacer deporte y jugar.

Involucrémonos en pasatiempos diferentes a las redes sociales, los videojuegos, las computadoras, etc.

Acompañemos a nuestros hijos en las tareas escolares, son un momento de conocer más de ellos y de cómo están asimilando los contenidos académicos.

Adicionalmente, una buena opción es contar con un programa de control parental con el objeto de bloquear páginas con contenido riesgoso o inadecuado para nuestros hijos.

En conclusión:
  1. Es necesario tener claro que la tecnología tiene su lado positivo, porque es un instrumento de aprendizaje, facilita muchos procesos y puede acercar a los que se tiene lejos.
  2. Los padres debemos llegar a acuerdos previos sobre el manejo del Internet para evitar desautorizaciones entre sí.
  3. Concretemos un tiempo para el uso de computadoras y celulares, teniendo en cuenta las actividades de uso básico, como las tareas o uso de correo electrónico
  4. Ajustemos tiempo para el uso de la tecnología y salidas al aire libre en lo cotidiano.
  5. Fomentemos como padres la conversación familiar, escucharnos, reír juntos, compartir ideas sobre la vida, lo que ocurre alrededor. La tecnología es satisfactoria, pero la armonía familiar representa un valor mucho más poderoso.
  6. Expliquemos a nuestros hijos que cuando estemos de visita en casa de familiares y amigos es para dedicarle tiempo a quienes visitamos, así como cuando recibimos visitas.
  7. Fomentemos en nuestros hijos la lectura, el cine, el deporte, actividades culturales

Finalmente, recordemos que como padres somos modelos para nuestros hijos, de manera que usemos el celular y la computadora tal y cómo esperamos que nuestros hijos lo hagan en cuanto a lugares: carro, casa, visitas, restaurantes; momentos: conversaciones, cine, paseos, celebraciones, almuerzos familiares; y el tiempo que le dedicamos diariamente.

jueves, 9 de marzo de 2017

La adolescencia: Sugerencias para los padres



Partiendo de todo lo establecido en el artículo anterior, La adolescencia: Ni tan chicos, ni tan grandes,  ¿qué hacer cómo padres con hijos adolescentes?

Es necesario prepararse para dicha etapa, ya sea a través de lecturas o compartir con otras familias que hayan pasado por esta experiencia, dado que este período se convierte en un gran reto para todos los padres.

Como padres es importante que se permita el cuestionamiento de los hijos adolescentes, bajo normas del respeto y adecuada comunicación, pudiendo orientar que la verdad del adolescente no es absoluta, es también un punto de vista.

Compartan su propia adolescencia, muéstrenle a sus hijos que ustedes también pasaron por esta etapa y también tuvieron sentimientos inconstantes, enojo ante la autoridad, miedos y esperanzas. Consideren el comportamiento de su hijos en torno a esos recuerdos; ello les servirá para tratar de entender ese comportamiento de manera más adecuada.

Comenten sobre los derechos y las responsabilidades. Responsabilicen a sus hijos por su propio bienestar y que puede aportar al de la familia. Denle así mismo oportunidad de ayudar en las labores del hogar y de participar en las conversaciones dirigidas a decidir cuestiones familiares.

Comenten el hecho de que todos pasan por situaciones adversas y que pueden dejarse afectar negativamente o convertirlas en una oportunidad para crecer y de aprender.

Durante esta etapa de la vida, más que recurrir a castigos y a premios, es mejor  hablar con sus hijos adolescentes de consecuencias positivas y negativas del actuar. Las cuales dependerán de la decisión elegida a determinada conducta.

Los adultos deben ser coherentes con la palabra dada: cumplir lo que se ofrece. Las normas respecto al adolescente como salidas, horarios, responsabilidades familiares e individuales, etcétera., se debe hacer de forma razonada, especialmente porque se está contribuyendo al afianzamiento de su personalidad adulta, dejando claro tanto lo que se espera del adolescente, como las consecuencias de incumplir lo establecido. Las normas se deben convertir en ocasiones de acuerdo y de criterios claros de acción, tanto para los padres como los hijos adolescentes.

Es importante mantener los canales de comunicación siempre abiertos, que ellos comprendan, que como padres, estarán allí para escucharlos y orientarlos, que tienen la oportunidad de confiar en los padres, sin juzgamientos.

A pesar de todos los cambios físicos y comportamentales, los adolescentes necesitan de la familia, así consideren que ya son grandes y el mundo les pertenece. Ellos deben saber y sentir que se les ama, a pesar de todas las adversidades y situaciones propias de su etapa. 

La adolescencia: Las responsabilidades de los padres

Partiendo de todo lo establecido en el artículo anterior, La adolescencia: Ni tan chicos, ni tan grandes,  ¿qué hacer cómo padres con hijos adolescentes?

Es necesario prepararse para dicha etapa, ya sea a través de lecturas o compartir con otras familias que hayan pasado por esta experiencia, dado que este período se convierte en un gran reto para todos los padres.

Como padres es importante que se permita el cuestionamiento de los hijos adolescentes, bajo normas del respeto y adecuada comunicación, pudiendo orientar que la verdad del adolescente no es absoluta, es también un punto de vista.

Compartan su propia adolescencia, muéstrenle a sus hijos que ustedes también pasaron por esta etapa y también tuvieron sentimientos inconstantes, enojo ante la autoridad, miedos y esperanzas. Consideren el comportamiento de su hijos en torno a esos recuerdos; ello les servirá para tratar de entender ese comportamiento de manera más adecuada.

Comente sobre los derechos y las responsabilidades. Responsabilicen a sus hijos por su propio bienestar y que puede aportar al de la familia. Denle así mismo oportunidad de ayudar en las labores del hogar y de participar en las conversaciones dirigidas a decidir cuestiones familiares.

Comente el hecho de que todos pasan por situaciones adversas y que pueden dejarse afectar negativamente o convertirlas en una oportunidad para crecer y de aprender.
Durante esta etapa de la vida, más que recurrir a castigos y a premios, es mejor  hablar con sus hijos adolescentes de consecuencias positivas y negativas del actuar. Las cuales dependerán de la decisión elegida a determinada conducta
Los adultos deben ser coherentes con la palabra dada: cumplir lo que se ofrece. Las normas respecto al adolescente como salidas, horarios, responsabilidades familiares e individuales, etcétera., se debe hacer de forma razonada, especialmente porque se está contribuyendo al afianzamiento de su personalidad adulta, dejando claro tanto lo que se espera del adolescente, como las consecuencias de incumplir lo establecido. Las normas se deben convertir en ocasiones de acuerdo y de criterios claros de acción, tanto para los padres como los hijos adolescentes.
Es importante mantener los canales de comunicación siempre abiertos, que ellos comprendan, que como padres, estarán allí para escucharlos y orientarlos, que tienen la oportunidad de confiar en los padres, sin juzgamientos.
A pesar de todos los cambios físicos y comportamentales, los adolescentes necesitan de la familia, así consideren que ya son grandes y el mundo les pertenece. Ellos deben saber y sentir que se les ama, a pesar de todas las adversidades y situaciones propias de su etapa. 

martes, 7 de marzo de 2017

LOS ADOLESCENTES Y EL SEXTEO

Cada vez son más y a más temprana edad, los adolescentes que cuentan con una herramienta de comunicación virtual tan sencilla como un celular, cuyas aplicaciones permiten una apertura al mundo, a acercar a quienes se tiene lejos y a compartir incluso con quienes no se conoce.

Este nuevo accesorio, puede convertirse en un gran riesgo si no se tienen las precauciones y normas de uso. Una de las mayores alarmas es el “sexteo”, conocido como la práctica de compartir mensajes de índole sexual a través de un teléfono celular o un computador donde puede enviarse fotos y videos.

Aunque el “sexteo”  no es un delito en sí mismo, si empieza a considerarse como tal cuando intervienen menores de edad o cuando siendo adultos uno de los mismos no está de acuerdo con la publicación de las imágenes. Desafortunadamente muchos adolescentes pasan largas horas inmersos en sus celulares y computadores sin supervisión alguna y en gran parte de los casos sin una orientación previa, un seguimiento continuo ni un acompañamiento de un adulto responsable.

Como padres y adultos responsables de los menores de edad es necesario tener en cuenta que cada foto o video que se publique en el ciberespacio se pierde el control sobre la imagen, dado que el destinatario puede duplicarla, guardarla o difundirla a su amaño. Igualmente el riesgo de ser difundida no es solamente por quien la ha recibido inicialmente, se debe contemplar la posibilidad de perder el celular o pueden acceder a través de wifi pública a nuestro dispositivo o el de nuestros hijos y así queda expuesta cada foto o video guardado.

Lastimosamente muchos adolescentes envían fotos o videos con contenido sexual a sus pares por curiosidad, por diversión, por presión, etc.  pudiendo ingresar fácilmente al flagelo de la pornografía infantil sin darse cuenta, tanto quien porta fotos o videos con contenido sexual de menores de edad, como aquellos que las difunden, tipificándose como delito. Dentro de los grandes riesgos están los pedófilos, las redes de trata de personas, el ciberbullying, suplantación de identidad, extorsión, abuso sexual, entre muchos otros.

Con este panorama ¿qué se debe hacer?

Como padres debemos tener claridad que los adolescentes atraviesan una etapa de búsqueda de identidad y si no gozan de una adecuada comunicación con sus padres, buscarán equivocadamente cualquier tipo de amor para sentir que son valorados y buscarán en otras personas resolver las dudas que tienen sobre temas propios de su edad.

Se requiere que nuestros hijos aprendan de nosotros a manejar adecuadamente las relaciones interpersonales y a construir en familia habilidades sociales para la vida cotidiana, especialmente el fortalecimiento de la autoestima. La comunicación familiar y el ejemplo son la clave, desde su primera infancia requieren estructuras para ir tejiendo su propia identidad, ellos observan todo el  tiempo la manera como manejamos las situaciones por resolver, el estrés, las normas, los límites, nuestros vínculos con el entorno, el uso de internet, todo.

Es necesario recordar que los padres somos su guía, así que debemos prepararlos para la gran gama de posibilidades que se les puede presentar. Enfatizando en el tópico del “sexteo”, es imprescindible manejar el tema de la sexualidad, construir el concepto y respeto del cuerpo propio y de los demás, el significado de la privacidad,  el amor propio, el auto concepto. Mostremos claridad que nos pueden hablar de lo que deseen saber, planteemos en casa espacios para dialogar sobre la sexualidad, la relación consigo mismos, con los demás, con el entorno, que sepan distinguir y desenvolverse en una presión de grupo o de terceros, aprender a diferenciar y evitar dejarse llevar o no por lo que puede ser una moda. Evitemos criticar sus inquietudes o posibles posturas, por el contrario escuchemos sus preguntas y sus respuestas para orientarlos e indicarles los posibles riesgos que conlleva las decisiones que se puedan tomar; invitémoslos a que cada decisión debe tener un mínimo de reflexión. Es importante depositar en nuestros hijos el grado de responsabilidad que les corresponde acorde a su edad y decirles lo que esperamos de ellos. Reforcemos su amor propio y resaltemos lo valiosos y amados que son, por lo tanto como un gran tesoro deben cuidarse y comportarse. Aprovechemos las oportunidades que tenemos cerca como un programa de televisión, una noticia, un comentario, un libro, etc., ya que generalmente resulta más fácil hablar de un tercero que de sí mismos. Recordemos valorar las opiniones e inquietudes de nuestros hijos, pues siempre será una oportunidad de conocerles más, de comprenderlos y orientarlos. Interesémonos por conocer no sólo a sus amigos, si no a los nuestros, luego que son el círculo donde socializan y aprenden nuevas experiencias. Debemos trasmitir siempre mensajes positivos para fortalecer su autoestima y asertividad en la toma de decisiones.

Finalmente, respecto al uso general de los dispositivos que permiten el acceso a internet y que facilitan un probable caso de “sexteo”, es necesario tener estrategias para prevenir la posible situación y desde la corresponsabilidad tanto en el colegio como en casa se deben dar pautas de protección en internet. En ambos escenarios se debe fortalecer en los niños y adolescentes el respeto a sí mismos, por los demás y la importancia de los límites personales, así como las consecuencias personales, sociales y legales de estar en medio de un “sexteo”.

Comparto con ustedes una página web con un Programa desarrollado por Pantallas Amigas e impulsado por Google, con la colaboración de INAI, REDIM, Canal del Congreso, DIF Nacional, InfoDF y SIPINNA de México con el objeto de reflexionar sobre los riesgos del sexting.
Pantallas amigas. (2006). 10 razones para no realizar sexting. Recuperado de http://www.pensarantesdesextear.mx/prevencion-10-razones-no-sexting/

domingo, 25 de septiembre de 2016

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LIDERAZGO COTIDIANO

Cuando se escucha la palabra inteligencia suele interpretarse como característica propia de una persona versada o preparada intelectualmente y cuando se escucha la palabra emoción, se hace referencia a los sentimientos, los cuales se supone deben ser objetivados al momento de tomar decisiones.

Pues bien, hemos escuchado hablar de una conjunción la cual se ha tornado mucho más valiosa y es la inteligencia emocional, la cual hace alusión al conocimiento de las emociones y la capacidad de comprender las propias y las ajenas.

Cada uno de nosotros se convierte en un líder en los diferentes espacios donde nos desarrollamos: la familia, los círculos sociales, el trabajo, de tal manera que se hace necesario adentrarnos a ese mágico mundo de las emociones y de la necesidad de poder identificar las nuestras y las de quienes nos rodean, dado que la paleta de emociones nos acompañan en nuestra cotidianidad y en la medida que aprendamos la habilidad de  controlarlas y usarlas, hará que seamos más eficientes.

Para lograr desarrollar la habilidad planteada es necesario tener en cuenta que hay tres aspectos que orientan nuestro ser y nuestras relaciones con los demás: El sentir, el pensar y la acción. De tal manera que al tener un sentimiento se traduce en un pensamiento, este en una palabra y con todo el poder que ella encierra se convierte en acción.

La tarea desde nuestra postura como padres es orientar a nuestros hijos en el conocimiento, control y manejo de las emociones, para hacer de ellos unos seres con la habilidad de comprenderse a sí mismo y al otro. En esta medida tendrán relaciones sociales más eficientes y fluidas.

No obstante, no podemos dar de lo que no tenemos, así que se hace necesario revisar nuestra inteligencia emocional y empezar a ejercitarnos en ella, tanto como hacen los deportistas de alto rendimiento, entrenan para lograr la meta, así mismo debemos entrenar en el día a día la habilidad de conocer y controlar nuestras emociones para poder comprender las de quienes se relacionan con nosotros.

Saber aplicar adecuadamente la inteligencia emocional contribuye a mejorar las relaciones con la pareja, la familia, los amigos, compañeros, equipo de trabajo; impulsa la aptitud de credibilidad y liderazgo; favorece la resolución de conflictos de forma armónica y satisfactoria; y facilita el desempeño individual de la actividad profesional reduciendo estrés en casa y en el trabajo.

La inteligencia emocional aplicada a los distintos espacios donde nos desenvolvemos nos permite mejorar en torno al liderazgo y toma de decisiones, entre otros tópicos, requiriendo el desarrollo de habilidades como empatía, la resolución de conflictos, adaptabilidad, simpatía, entre otros.

En algún momento de nuestras vidas tendremos la oportunidad de ejercer como padres, jefes, compañeros, orientadores, docentes, etc., he ahí la importancia de potenciar la capacidad de ser líderes, siendo necesario que tengamos en cuenta el valor que la inteligencia emocional tiene para desempeñar este rol y  desarrollar las capacidades necesarias.

Debemos recordar que para ser eficientes como líderes, debemos tener un conocimiento claro de nuestras emociones y saber que cada una de nuestras acciones genera alguna reacción en las personas de nuestro entorno. Es así como debemos relacionarnos y trabajar en conjunto con los demás.


Finalmente, la tarea con nosotros mismos es tomarnos tiempo para identificar nuestras emociones, aprender a regularlas, desarrollar la habilidad de comprender las emociones de los demás y fortalecer las habilidades sociales. Depende de cómo nos sentimos, así mismo pensamos y actuamos. Recordemos y concienticémonos que no todos sentimos ni pensamos igual.

sábado, 8 de febrero de 2014

SER PROFESIONAL: COMPROMISO Y COHERENCIA



 Ser profesional en el sentido de formación o aprendizaje, ostenta una gran gama de opciones, como las basadas en tecnología, adelantos científicos, la medicina, la docencia, las ciencias humanas y sociales, etc. No obstante, todas representan un quehacer que requiere un compromiso con la sociedad y con la profesión persé. Es así como los profesionales en general, son aquellas personas que conocen y saben hacer apropiadamente su labor y dedican la mayor parte de su tiempo a ella, convirtiéndola en su medio de vida.

El comportamiento del profesional debe ser orientado por la conjunción ética, la cual debe ser la esencia del servicio profesional, entre el proyecto de vida personal y la base de la confianza que de alguna manera la sociedad deposita en los profesionales. Convirtiéndose en ciudadanos con mayor responsabilidad hacia la comunidad, dado el bagaje de conocimientos y herramientas adquiridas durante su preparación como tal.

La reflexión gira en torno a la importancia de que cada persona que desea prepararse para ejercer una profesión, debe buscar la excelencia desde dos puntos de vista: Contar con un concepto claro e innovador de la vocación profesional como proyecto de vida en términos honestos, justos y responsables; así como tener clara la magnitud de ofrecer un servicio comprometido y sobresaliente para  la sociedad.

Para el logro de dicho servicio, se considera ineludible escoger adecuadamente la profesión a desarrollar, teniendo en cuenta el indagar suficiente información sobre la carrera a estudiar, decidir concienzudamente dicha profesión, evitando estudiar por estudiar. Escuchando las sugerencias de padres y familiares, sin basarse sólo en lo que ellos quisieran que se elija, ya sea por el estatus de una profesión o por el posible margen económico que represente. Se debe tomar el tiempo preciso para tan importante decisión, puesto que dicha elección se convertirá en el proyecto de vida.

El ejercicio profesional se construye y se debe contar con un discurso coherente, que permita orientar la acción de las personas interesadas en ser idóneos profesionales en el sentido completo del término, es decir, profesionales técnicamente capaces y honestamente rectos en el desempeño de su labor profesional. En este orden de ideas surge un desafío de doble vía, ser extraordinarios profesionales para ser íntegros ciudadanos y ser extraordinarios ciudadanos para ser íntegros profesionales.

Es así como emerge el valor del compromiso y la coherencia, teniendo en cuenta que tiene por objeto el ser y parecer una persona con actitudes y comportamientos consecuentes cotidianamente, existiendo una relación estrecha entre lo que se dice y se hace, responsablemente. Es relevante resaltar que en la medida que se disfrute lo que se hace, igualmente se reflejará en el quehacer y en quien recibe el servicio. Muy seguramente será mucho más eficiente y eficaz en su profesión. En esta medida se lograrán altos niveles de compromiso tanto en los lugares de trabajo, como en las esferas personales, familiares y sociales, uniendo factores primordiales como son la coherencia y la responsabilidad.

viernes, 16 de noviembre de 2012

NUESTROS HIJOS ESCOLARES Y LA SEXUALIDAD

Una de las grandes curiosidades que se genera en los seres humanos es el descubrir lo desconocido y nuestros hijos no son la excepción. Desde su nacimiento están conociendo el mundo que les rodea, inician un proceso de relacionarse con los demás, empezando con sus padres, hermanos, familiares y más adelante con sus amigos, compañeros y docentes.

La sexualidad es también un mundo maravilloso que poco a poco va haciendo parte del conocimiento de los niños y las niñas, iniciando con el reconocimiento del propio cuerpo, luego del de los demás, siendo niños o niñas, descubriendo que hombres y mujeres somos físicamente diferentes. En la medida que nuestros hijos crecen, se interesan por relacionarse con sus pares indistintamente si son del mismo género o no. 

En la etapa escolar los niños y las niñas perciben que el sexo está rodeado de secretos, cosas que aún no entienden y que expresan sólo en susurros a sus "mejores amigos”. Por el desconocimiento que aún tiene sobre la anatomía del sexo opuesto, así como también la actitud sincera y despreocupada que presenta ante el placer, comienzan a darse los clásicos juegos donde fantasean siendo “novios” de  la niña que les parece más linda o del chico más guapo o extrovertido del grupo, así como juegos de mamá, papá o el doctor. Es importante que en esta etapa los padres se sientan tranquilos antes los primeros pasos de sus hijos en la relaciones amorosas que nada tienen de peligrosas o prematuras, sino por el contrario, son una prueba para las situaciones que van a producirse en la pubertad y adolescencia. Es importante que se acerquen a sus hijos y dialoguen con ellos sobre sus dudas e inquietudes, siempre será mucho mejor que esas dudas las expresen y les sean aclaradas en casa y no fuera de ella. En esta medida se afianzará la manera de ver el mundo y de relacionarse con él. 

En este proceso no están sólo con los padres, pues existen otras personas  como los cuidadores, docentes, amigos o pares y también entran en juego los medios de comunicación. Todos sabemos que nuestros hijos nacieron en una época fuertemente digital y virtual, y es a través de la televisión y más aún de la Internet, donde tienen la posibilidad de acceder a un mundo atractivo, fantástico y llamativo. En ocasiones pasan largas horas navegando y sin buscarlo ingresan a páginas no recomendadas para ellos, ya sea por coincidencia, por recomendación de sus pares o por haber escuchado a adultos y/o hermanos mayores.

Es necesario aclarar que la Internet es una herramienta y como todo, debe tener una supervisión y orientación de adultos responsables. Pero igualmente, se sabe que muchos padres no cuentan con el tiempo para estar en el acompañamiento constante de sus hijos al acceder a dicho recurso de información. En este orden de ideas  uno de los compromisos como padres es elegir los programas de televisión, películas, videos y hasta las paginas web, cuyo contenido sea acorde a la edad de nuestros hijos. Es así como una buena opción es tener un programa de protección infantil en cada computador donde tengan acceso nuestros hijos, así habrá mayor seguridad para evitar que tanto imágenes como información inadecuada llegue a ellos. El siguiente es un enlace que nos puede ayudar a hacer el control de la navegación por Internet de una manera más segura para nuestros hijos: control parental: navegación en internet para niños

En medio de dicho panorama es necesario mantener una adecuada  comunicación manteniendo la calma y la tranquilidad frente a inquietudes de contenido sexual, recordarles que cada persona cuenta con un espacio personal y como tal es necesario respetarlo y hacer respetar el propio. Así van aprendiendo a cuidar de su propio cuerpo. Se debe tener en cuenta que es mejor iniciar, desde casa, los temas sobre sexualidad en los primeros años de su niñez, aunque nunca es demasiado tarde para empezar. Brindarles información adecuada a su edad los ayudará a sentir que tienen más control sobre su cuerpo y a tomar decisiones responsables consigo mismos y con quienes le rodean, facilitándoles información precisa para tomar decisiones con responsabilidad. Un aspecto clave es ganar su respeto, si se logra, probablemente acudan a nosotros y a otros adultos que les inspiren confianza cuando necesiten informarse y no precisamente a sus pares o medios de comunicación. 

Enseñar a nuestros hijos sobre sexualidad es un proceso constante, ellos necesitan mucha información. Necesitan saber todo, desde anatomía, pubertad, hasta cómo mantener relaciones saludables; sin embargo, es importante tener claro que no todos los niños aprenden al mismo ritmo. 

Es importante resaltar que, como padres, somos sus orientadores y se hace necesario aprovechar todos los espacios posibles para clarificar ideas, juegos, conceptos, entre otros, utilizando los mejores aliados: la información, la confianza, el respeto y el amor que les hemos profesado.